Hace mucho tiempo que no nos pasamos por aquí. Entre las oposiciones y la bipaternidad nos hemos visto sumergidos en una burbuja familiar curiosa. Pero nos han renacido las ganas de hacer cosas nuevas y de compartirlas con vosotros. ¡Esperamos mucho que os gusten!
El nuevo proyecto lo hemos llamado nuestro #MacetoHuerto. Se trata de practicar la horticultura en casa cuando no tenemos la disponibilidad de un jardín o un terreno para hacerlo. Quizás la productividad se vea afectada por la falta de espacio, pero esto no debe amedrentarnos si queremos disfrutar de hortalizas frescas de vez en cuando.
Además, es una actividad que implica a toda la familia y puede aportar a los niños de la casa un gran aprendizaje.
Planificación del #MacetoHuerto
Como todo, lo más importante de todo es la buena información. Así que hemos recurrido a diversas fuentes de información para planear este proyecto de la forma más productiva posible. Hay que tener en cuenta el material que necesitamos, las fechas óptimas de plantación y las condiciones para hacerlo. Elegir correctamente las hortalizas o aquellas semillas que queremos plantar que realmente vayamos a utilizar.
No sirve de nada plantar quinoa si no solemos utilizarlo en nuestras comidas, por ejemplo.
En nuestro caso nos decidimos por tomates, ajos, perejil, menta-chocolate, ruda y orégano. Es cierto que tanto el perejil como la menta-chocolate o la ruda y el orégano no se clasifican dentro de la categoría de hortalizas, sino en la de plantas aromáticas. Quiero utilizar el término huerto en un sentido más amplio. También he plantado flores pensamientos y tenemos varios bonsai, pero me quiero centrar en aquellas plantas comestibles.
Para el #MacetoHuerto necesitamos:
- Semillas/Planta
- Maceta
- Tierra
- Abono
Y tener en cuenta todas las características de cada planta. Por ejemplo, en esta ocasión no hemos plantado los tomates porque no es época para plantarlos. Y la menta-chocolate la hemos comprado ya en planta, sólo ha sido necesario trasplantarla. Para la ruda, tampoco es época de plantación. Y debemos saber qué tierra es la adecuada para cada planta, cómo va a crecer para comprar una maceta adecuada. Aunque también podemos adaptar la planta a nuestras herramientas. Lo ideal es buscar el equilibrio entre sus exigencias y nuestras posibilidades.
Sobre el abono hablaremos otro día.
La Menta-Chocolate
Compramos la planta en un invernadero. El precio era de 1,50 € y nos gusta el sabor que tiene en las infusiones. Es una planta que requiere pocos cuidados, básicamente se resume en bastante sol y bastante agua. Sólo hay que estar atentos para podarla de vez en cuando según la maceta que tenga. Conviene que esté en maceta porque es una planta muy invasora. Cuando el tiesto se le queda pequeño, busca por la superficie una nueva tierra por la que expandirse. Como la queremos para usarla en infusiones, podarla lo haremos bastante a menudo.
No os puedo enseñar el proceso del trasplante, ni en qué maceta estaba antes de trasplantarla porque se me olvidó hacerle fotos. Pero sí os puedo enseñar cómo está ahora para que veáis cómo va creciendo.
Ajos
Lo siguiente que nos animamos a plantar fueron los ajos. Teníamos pensado ponerlo en una especie de balconera, pero al final la maceta pesaba demasiado para dejarla colgando y lo dejamos en el mismo suelo. En esta ocasión nuestro hijo de 4 años nos ayudó mucho. Queremos que tenga implicación en los proyectos familiares y aprenda valores tan importantes como la paciencia.
Las semillas de los ajos los tenemos todos en casa, son los propios ajos. Así que escogimos una cabeza de ajo que nos gustara y separamos los ajos. A la hora de elegir, preferimos los más gorditos y entre ellos hemos dejado una distancia aproximada de 10 cms. Aunque señalamos en la maceta en línea, los hemos plantado en zig-zag finalmente.
Después de separarlos, debemos meterlos en la tierra con la punta hacia arriba.
Perejil
El perejil no tiene época de plantación, se puede hacer en cualquier momento. Aprovechamos esta circunstancia para hacerlo ahora y probar. Para ello elegimos una maceta que ya teníamos, en esta ocasión para bonsái. Pusimos tierra, todas las semillas y tierra por encima. No creemos que lleguen a germinar todas, pero no sabíamos qué hacer con las demás semillas, así que las plantamos también.
En este proceso nos ayudó mucho nuestro hijo mayor. El perejil lo usamos de vez en cuando y cuando lo pedimos en la frutería nos dan un manojo demasiado grande que nos parece desperdiciarlo. Esperamos que nos aguante bien.
Esperamos que os haya gustado y nos contéis vuestras peripecias también.